Thursday, August 30, 2007

Cada mañana.-

Salgo apurado en la mañana. No hay despertares sin "En Boca de Todos" y macedonia como very important food que no me hagan salir atrasado y con el cepillo de dientes en la boca. Corro con mi bolsito del almuerzo y mi polerón de chico cuarto medio con dos agujeros hechos por un pucho pasado a llevar. Cielo nacarado o medio gris, posas de agua y mi espera por un colectivo que no esté lleno. Puede llegar a ser entretenido con algunas canciones buenas en el pendrive. Hay un chico que se para siempre en la misma esquina a esperar un auto que suele llegar con gran atraso. Me aterroriza su cara de timidez. Pasan tantos colectivos y se esfuman como las esperanzas, pero siempre logro agarrar uno, aunque sea a las ocho de la mañana. Estando dentro intento no mirar a los pasajeros, consciente de mi rostro matinal. "Se paga por favor. Voy a Larraín Con Mercedes Cervello"; encuentro tan patética esa frase, pero creo que no hay ningún sucedaneo apto para reemplazarla. Decir "Se cancela, caballero" podría sonar aún peor. Generalmente me ruborizo al subir al auto. Siento la sangre circulando rápidamente por mis mejillas y el calor del aire acondicionado atacando a cada célula de mi cuerpo. No me agrada esa parte del viaje. En mi cabeza se desarrollan parlamentos maquiavélicos que me encantaría decir fuera de mi mismo. Colectivero de mierda, no tienes derecho a tratarme así, desgraciado. No es mi culpa que no te hayan dado algo bueno anoche, maricón. Sos un hijo de perra. Ay, no, lo que me faltaba es que te pusieras a discutir con esta gorda de mierda sólo porque te miró feo. Finalmente no digo nada y opto por mirar el paisaje pseudo-urbano a través de la ventanilla empañada. Hoy será un lindo día, me digo. A veces funciona y me hace pensar en canciones bonitas que sincronicen con la música que sale de mis headphones. Veo a lo lejos el paradero en donde debo bajarme y me pongo nervioso. Usualmente voy sentado en el extremo izquierdo de la parte de atrás y aplastado por algún obeso hediondo a cigarros Derby, por lo que tengo que bajarme por donde pasan todos los autos a gran velocidad. Qué adrenalínico resulta eso de bajarse pensando en que en cualquier momento seré parte del asfalto. Luego de un portazo digno de teleserie, corro en dirección a mi colegio en el afán absurdo de llegar a la hora. Ya en la puerta y con diez minutos de atraso, la coordinadora de educación media me tira un discurso latero por mi barba de tres días. Yo le re-juro que mañana asistiré al establecimiento afeitado, sabiendo que es una gran mentira. Paso al salón de los atrasados y ahí me quedo haciendo hora, esperando que el tiempo pase rápido para poder entrar a la sala de clases. Siempre veo gente que nunca había visto en mi vida. ¿De dónde salieron ustedes?.-

Saturday, August 04, 2007

espacios.-

la gente se vuelve bacán cuando hace todo por hacerte sentir bacán, y eso es bacanoso.-