los ojos grises y agudos
la palabra de dios que la remece
los labios partidos
junta sus palmas
es una plegaria
y el sabor metálico que la invade de pronto
la lleva de regreso a esa casa
un viaje en el tiempo
la virgen maría de yeso
los mantos sagrados
desde las alturas la observa
y ella ya no está aquí
está sobre la cama
con los ojos cerrados
de placer insoportable
transforma la culpa en su propio halo
sus mantos sagrados como campos de fuerza
y los cuerpos alrededor
se tornan petreos en sólo un rezo
mientras ella se eleva a los cielos
entre carcajadas y espasmos
a encontrarse con dios