Saturday, August 06, 2011

“¿Quién hubiera sabido que un chico como él entraría suavemente en mí devolviéndome la dicha?

¿Quién hubiera sabido que un chico como él, después de haber visto mi corazón, se quedaría y no se iría?

¿Quién hubiera sabido de esta belleza tan inmensa?

¿Quién hubiera sabido de este santo trance?

¿Quién hubiera sabido de este aliento milagroso para inhalar una barba que nació de la valentía?

¿Quién hubiera sabido que un chico como él, lleno de mágica sensibilidad, se acercaría a una chica como yo, que acaricia y mece su cabeza en el busto?

Él se desliza en mi interior, medio despierto, medio dormido.

Nos rendimos nuevamente al reino de lo sueños.

Cuando despierto por segunda vez en sus brazos, ¡qué precioso!... él aún está en mí.

¿Quién hubiera sabido?

Un tren de perlas, cabina por cabina, es lanzado directamente a través de un océano, desde la boca de una chica como yo para un chico.”

Capullo, Björk.-

Tuesday, June 14, 2011

madrugadas decisivas

¿Cómo saber si se ha tomado la decisión correcta? Difícil. Podría estar cometiendo el peor error de mi vida con una sonrisa estúpida en la cara. Estar cagándolas tanto como para ser incapaz de asumir las consecuencias de una mala decisión posteriormente. Pero también está la posibilidad de tomar una decisión tan buena que mejore mi vida para siempre y no haga más que traerme cosas buenas. No se trata tanto de razonamiento ni lógica... tal vez sólo de suerte, probabilidad o destino.

El director y los productores de "Titanic II" quizás de verdad pensaban que era una buena idea llevar esa historia a la pantalla grande. Es probable que tuvieran fe en su decisión, en que esa era la correcta. Claro, fue una mala decisión, pero al menos fueron capaces de confiar en ellos mismos. Parece que confío un poco en mí entonces.-

Thursday, May 26, 2011

C

hoy día hay sol, hay ganas de empezar de cero, de poder mirarte a los ojos y decirte con total sinceridad que podemos seguir juntos, que nuestro amor sigue intacto y que este tiempo sólo lo tomé para corroborar cuánto te necesito cada segundo de mi vida.

Wednesday, March 02, 2011

Boat Club

Me gusta recordar los dìas de invierno que pasè junto a èl. Escuchàbamos de ese dream pop bien playero y te juro que me daban ganas de tomar margarita. No sè bien què onda el tipo de relaciòn que llevàbamos, pero me gustaba que estuviera en mi vida. Ni siquiera tenìamos claro cuàl era nuestra volada; sòlo nos juntàbamos, nos comìamos, a veces follàbamos y luego pasàbamos las tardes frìas acostados sin tocarnos, escuchando esas canciones de onda caribeña que me hacìan disfrutar tanto las bajas temperaturas. De repente como que querìa prender la tele y yo le pedìa que por favor no, que nos quedàramos tal como estàbamos. No hablàbamos mucho, pero asì era mejor. Nada era forzado: si se daba la plàtica, la raja y si no, bien tambièn. A veces me contaba sobre su mamà. Me daba la impresiòn de que ella era bien importante en su vida, pero yo ni ahì con preguntarle màs sobre eso. Èl no me preguntaba nada sobre mi vida, sòlo sobre la comida que habìa en el refrigerador y la hora en la que ìbamos a tomar once. Para serte sincero, la comunicaciòn no era lo nuestro. Èramos dos seres que coexistìamos, pero que no tenìamos nada en comùn màs que las canciones que tanto escuchamos en esas vacaciones de invierno. Despuès de como dos semanas que estuvo quedàndose en la ciudad, volviò a su pueblo natal. Nada de intercambiar nùmeros de telèfono o emails. No supe màs de èl, pero estoy seguro que de vez en cuando, cuando tararea esas melodìas invernales, se acuerda de mì.-